martes, 1 de mayo de 2018

TOPONIMIA, LEYENDAS Y MISTERIO.



Dentro del Guanartemato de Agaldar, existe un conjunto con un interesante topónimo; "Cuevas y Roque de Las Chivicenas"


El topónimo chibicenas, chobicenas e incluso chubicenas, como en Agaete se conocían a las brujas, probablemente viene de la derivación de la voz "tibicena", de la mutación que es conocida en la pronunciación de la letra "t" por la "ch" en la castellanización de las palabras.


¿Pero qué eran los Tibicenas?
Según muchos investigadores, las tibicenas o chibicenas eran para los antiguos canarios seres demoníacos o malos espíritus, que adoptaban formas humana o de animales imposibles, más grande de lo habitual, lanudos, con grandes ojos enrojecidos que se iluminan por la noche, agresivos...., los demonios de los que hablaban los antiguos canarios.


Se cuenta que a finales del S. XIX, un matrimonio y su hijo habían ido a visitar a su familia en el caserío del Risco, sitio a 14 kilómetros del casco urbano de Agaete, a media tarde iniciaron el regreso a la villa por el antiguo camino real de la Aldea, traían un burro cargado de quesos, papas y otros productos agrícolas para la casa, ya oscureciendo, al llegar al barranco de "la palma", en el cortijo de Guayedra, observaron que el burro se negaba a seguir andando, por más palos que le daban al animal, reculaba caminando hacia atrás, de repente en la parte de enfrente del barranquillo que tenían que atravesar comenzó a arder una hoguera, resplandecía de tal manera que iluminaba todos los riscos del lugar de un rojo intenso, alrededor de la hoguera vieron un grupo de varias mujeres danzando y dando vueltas entorno al fuego. La madre comenzó a rezar, al terminar hizo una gran cruz en el suelo con un palo y de sopetón las mujeres dieron un gran grito y desaparecieron, apagándose el fuego y el resplandor, prosiguiendo el burro y la comitiva el camino hacía Agaete con el susto de todos en el cuerpo, su madre le dijo que eran "chubicenas", brujas que invocaban al diablo.


Nuestros mayores siempre creyeron en ello, en las que ejercían la brujería que llamaron chubicenas, en lo misterioso, de lo que hay abundantes testimonios en Agaete.



Leyendas o no... en lo meramente arqueológico, se incluye en la carta arqueológica información sobre numerosas cuevas repartidas por el risco y dispersas formando grupos, de diferentes tamaños y tipología, que según la ficha de PATRINET fueron utilizadas como cuevas de habitación, graneros y cuevas funerarias. Muchas de ellas inaccesibles debido a los continuos desprendimientos y dada la cantidad de vegetación hace muy difícil su acceso. 



Un enclave hermoso como otro cualquiera, decorado con una toponimia que nos invita a pensar en el misterio, historias, brujas... sin duda un pueblo de Leyenda.



#El_Legado_ #Pequeñashistoriasdecanarias #Traslashuellasdelosantiguoscanarios 

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