EL LEGADO.
El Poblado indígena de Los Barros, es otro claro ejemplo de cómo el cemento ha devorado nuestro pasado.
El mismo se encuentra literalmente dentro de un Centro Comercial, conservando una mínima parte de lo que antaño fue un gran poblado, con el objetivo de calmar las conciencias de aquellos que pensamos que el cemento no es proceso, sino retroceso. Además rodeado de carreteras, viviendas y demás infraestructuras que son ahora sus únicas compañeras.
Actualmente las excavaciones continúan, es por ello por lo que no hemos accedido al interior del mismo.
Datado en el siglo V, sólo quedan restos de al menos dos casas cruciformes, de grandes dimensiones, situado en un marco costero en el que se reúnen las circunstancias idóneas para asegurar un poblamiento humano estable y prolongado en el tiempo con bastantes recursos marinos como pesca y mariscos.
