martes, 1 de mayo de 2018

ARAS DE SACRIFICO EN EL ALTO DEL GARAJONAY.



El Alto fue una de las montañas sagradas de los antiguos gomeros y su último refugio. La construcción en piedra que vemos es una reproducción del conjunto ceremonial que los antiguos gomeros ubicaron en esta montaña, la más alta de la isla.



El yacimiento original permanece bajo este mirador.
Los antiguos gomeros daban un carácter sagrado a las montañas, ya que eran los lugares donde se comunicaban con la divinidad. Desde aquí se dirigían a su dios “Orahan”, ya que se sentían así más cerca del cielo.


La excavación del yacimiento arqueológico del Alto ha determinado que la construcción en piedra corresponde a aras de sacrificio, también denominadas “pireos”. Esta construcción oval ha sido datada sobre el siglo VI de nuestra Era.


En los trabajos arqueológicos han aparecido restos de ofrendas, tanto huesos de cabras y ovejas como restos vegetales, todos ellos carbonizados. Entre los vestigios vegetales, destacan especies raras en La Gomera como el pino canario y el cedro; además han aparecido granos de cereales y támbaras o támaras, los frutos de la palmera canaria.


Debido a su carácter sagrado, no es de extrañar que en el momento de la rebelión de los gomeros a finales del siglo XV, los últimos gomeros libres se refugiaran en esta montaña, seguramente buscando la protección divina.


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